Jugando con Izan

Muchos padres me comentan que es imposible hacerles una foto a sus hijos cuando son todavía bebés. Es cierto que es complicado, hay que buscar una hora en la que estén descansados, con la barriguita llena, darles mucho juego y sobre todo ser muy rápidos. Los bebés no se detienen, casi no atienden a las llamadas y todo lo que ven es algo nuevo que descubrir. Para hacerles buenas fotos hay que calzarse unos zapatos cómodos y meterse en su mundo y en su juego para adelantarse a sus movimientos. Pero con los niños, a veces surgen imprevistos. Cuando llegaron a la sesión de fotos Izán y su mamá, Talia, me comentó que el peque había tenido mala noche y no había descansado bien. Pese a todo, decidimos probar suerte, dimos un breve paseo por el parque y conseguimos sacar muchas fotografías bonitas. Y es que esos ojazos azules enamoraron, desde un primer momento, a la cámara y sobre todo a mi.